LASA2026 Republic and Revolution

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Republic and Revolution

La convocatoria de LASA en Paris ofrece la oportunidad de reflexionar sobre América Latina y el Caribe en su conjunto y en relación con las fuerzas globales más amplias que moldearon nuestro mundo a lo largo de varios siglos. Hemos optado por situar la región no solo en relación con la colonización europea, sino también con las transformaciones desatadas por las revoluciones atlánticas y las luchas anticoloniales que condujeron a la formación de nuevas repúblicas. Como escribió el filósofo brasileño Roberto Mangabeira Unger en The World and Us, las revoluciones de siglos anteriores aún no terminaron, pero necesitamos “revitalizar y darle un nuevo significado a este giro revolucionario”.

En el centro de las transformaciones de las revoluciones atlánticas se encuentra la idea romántica de que los ciudadanos, independientemente de su raza, credo, género o nacionalidad, poseen derechos subjetivos inalienables. Entre los proyectos impulsados ​​por los revolucionarios, se adoptó la república liberal y representativa, que reunió a los ciudadanos como socios iguales para formar gobiernos representativos, acordando (usualmente mediante la redacción de constituciones) leyes justas, como la mejor solución para proporcionar la mayor libertad posible para su seguridad y prosperidad mutuas. Además, esta política ideal fue posible gracias a la perfectibilidad del individuo racional.

Sin embargo, los ideales emancipadores, igualitarios y fraternales de la república liberal y representativa tendieron a coexistir con los imperios, la esclavitud, el despojo, las deudas odiosas y la represión. Si bien la Revolución Francesa incorporó a las colonias a la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, también las incorporó, como observó Alejo Carpentier en su novela El siglo de las luces, a la violencia de la guillotina. Francia impuso resarcimientos devastadores a la república revolucionaria de Haití hasta 1947. El espíritu revolucionario de Cádiz impulsó la independencia latinoamericana en busca de libertad y prosperidad, pero las repúblicas liberales también intensificaron el despojo de los pueblos indígenas en nombre de la propiedad privada y el libre comercio, algo similar a lo que hizo el neoliberalismo en nuestros tiempos. 

Además de estas contradicciones, hoy nos vemos asediados por las fuerzas contrarrevolucionarias del etnonacionalismo, la xenofobia, el fundamentalismo religioso, el familismo patriarcal, la supremacía blanca y el capitalismo racial. Los adversarios de la república liberal y representativa, en alianza con las fuerzas neoliberales, promovieron modos de gobierno tecnocráticos y oligárquicos que socavan la base social de la representación y la participación popular. A esto se suma la demanda pública de soluciones efectivas frente a la violencia de pandillas y el delito organizado, a la que los líderes políticos respondieron con medidas punitivas que socavan los derechos y libertades fundamentales, pero no resuelven los problemas subyacentes de precariedad y exclusión social. Cuando las repúblicas se tornan sistémicamente corruptas y benefician desproporcionadamente a unos pocos poderosos en detrimento de la mayoría, el propio aparato estatal se convierte en garante de la corrupción.  

¿Aún es posible construir lo que el politólogo argentino Guillermo O'Donnell denominó «democracias ciudadanas» con un respeto compartido por la libertad, los derechos humanos, la justicia social y la posibilidad de una vida en armonía con la naturaleza? ¿Puede conservarse el profundo compromiso del liberalismo con la autonomía individual y el antipaternalismo, e incluso potenciarse con innovaciones participativas que reconozcan la necesidad de formas más activas de ciudadanía? ¿Podemos recuperar la esfera pública de las prácticas corruptas y renovar el compromiso con el bien común sin exigir lealtad a comunidades locales? ¿Podemos educar a agentes humanos (y no humanos, tanto mecánicos como biológicos) para la democracia, la ciudadanía y la libertad sin imponer una visión que excluya alternativas? ¿Puede la descolonización proporcionar una síntesis elusiva de las llamadas nociones occidentales del bien común y las tradiciones indígenas del buen vivir? 

Invitamos a los miembros de LASA a explorar si todavía es posible imaginar ideales revolucionarios y republicanos y a explorar también los caminos que conducen a visiones igualitarias compartidas de cambio transformador que abracen verdades basadas en diversas formas de vida y al mismo tiempo nos unan como agentes autónomos e iguales de acuerdo con leyes justas.

  • ¿Podemos encontrar la base de la solidaridad más allá del estado-nación en nuevas formas de organización comunitaria, afiliación religiosa, identidades diversas, principios ecológicos o valores post-humanos?
  • Si dejamos de lado el individualismo abstracto que borra las historias y comunidades consagradas, ¿podemos encontrar un universalismo más auténtico en la diferencia y el pluralismo? ¿De qué maneras las prácticas consagradas sugieren nuevas utopías y cómo se utilizan los cuerpos para construir lenguajes revolucionarios contemporáneos?
  • ¿Cómo podemos reinventar o repensar la idea de república y soberanía popular en un mundo globalizado donde las tecnologías de la comunicación social cambian constantemente y la esfera pública se fragmenta?
  • ¿Cuál es el papel de la tecnología (letras e impresos, números y datos, imágenes y sonidos, celuloide y electrónica y otros medios de comunicación y representación) en los acuerdos republicanos revolucionarios que surgen en la literatura y la cultura, y cómo los abordamos a través de nuestra investigación, aprendizaje y participación pública?

Con esta reflexión sobre la revolución y las repúblicas alternativas, pretendemos impulsar una conversación sobre el futuro de las revoluciones republicanas, en la que podamos repensar el papel de América Latina y el Caribe en el mundo, y hablar y escribir para el mundo desde la región. De esta manera, esperamos crear lazos entre disciplinas, entre académicos y profesionales, y aportar a la continua relevancia, dinamismo, inclusión y pluralismo de nuestra asociación.